Por: Carlos Millares Falcón
Analista político-Presidente de la FUNDACION SUCESORES.
A lo largo de 55 años los sueños de los cubanos se han entretejido en una intrincada
telaraña de aciertos y desaciertos de ¡ahora sí! y ¡nos equivocamos otra vez! de
“rectificación de errores que se vuelven a cometer una y otra vez.
Soñar no cuesta nada, dice un viejo refrán; pero, cuando estos sueños de tener una Cuba
democrática e independiente se alejan en la distancia y se ven a través de casi toda una
vida como una luz al final de un oscuro túnel y comienzan a faltar las fuerzas y se te agota
la esperanza y todos los esfuerzos parecen insuficientes; debe el hombre, sacar de lo más
profundo de su ser las energías necesarias para vencer todas las dificultades y en un gran
esfuerzo final, vencer la distancia y la oscuridad que lo envuelve y llegar a la luz aunque sea con
su último aliento.
Ya podemos hablar; a estas alturas, de varias generaciones de OPOSITORES que han transitado
este amargo y difícil camino sin lograr ver sus sueños convertidos en realidad, unos se han
convertido en polvo y cenizas; otros, han tomado desviaciones del camino y han optado por
abandonar la lucha y se han perdido en la palabra inmigrantes, desapareciendo absorbidos por
la necesidad eterna de sobrevivir en una nueva sociedad y comenzar a tejer y a luchar por
nuevos sueños.
Hoy; como desde hace mucho tiempo, continúan a nuestro alrededor las telarañas que nos
oprimen y enredan, los obstáculos que parecen insalvables y que nos hacen preguntarnos
¿llegaremos al final? ¿nos alcanzarán las fuerzas?, las aparentemente fáciles desviaciones del
camino que muchos siguen tomando y que te causarán un profundo dolor cuando mires hacia
atrás y te lamentes de no haber hecho lo que te correspondía como hombre y cubano; por tú
País, el no haber estado a la altura de los tiempos que te tocó vivir.
Quien decide abandonar su sueño por las dificultades del camino, por los escollos que se le
interponen, por los obstáculos que se encuentra o que deciden tomar una desviación y evitar la
lucha y el sacrificio que esta supone, no merecen ser criticados o enjuiciados; simplemente,
debemos dejar caer sobre ellos el manto del olvido.
Yo prefiero seguir aquí; luchando por mi sueño, transitando por el oscuro túnel y viajando hacia
la luz, destrozando las telarañas que me envuelven.
martes, 13 de mayo de 2014
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